2007-06-14
Nudos del otro hombre que vuelve
Duro y frío como el mármol negro
como la veta que lo atravieza
blanca y luminosa,
que ante la opresión
lo magnánimo de la fuerza que la oprime,
su presencia te obliga a apartar la vista,
y te atrae vehementemente.
Mármol negro
de indudables razones y musas sin dolientes
y caminos
que buscan en el mar y entre tus manos indolentes,
eternas
la frase noble entre tus pliegues
los poros abiertos a cada sensación
en las gotas de sudor
como la lava oscura de tu mar
que se llena de lágrimas rotas
y furias ajenas
la lejanía siempre ausente
en la cercanía de los dementes
Entre tus lápices de cenizas
que esparcen restos de alma
dejando tu sequedad imprecisa
y dejas la carne
te dejas a ti
te hundes un poco.
Está como garabateado a pedazos... pero igual quice dejarlo por acá.
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