Dibujar, redibujar tu boca.
De puntos de recuerdos en mentiras falsas que son tu prueba.
Llenarla de luz, destajarla,
atarla.
Sólo saberlo cuando te veas de nuevo,
en transparencias,
tú sobre ti
y nunca enterarte.
Te hice de nuevo desde tu boca,
te muestro al mundo en ella.
Te honro,
te sorprendo,
te perturbo,
te agrada.
Lo erótico en lo plano de lo que no está.
Sólo los dejos de lo que apenas se percibe.
Y ella íngrima y entera,
como a punto de cometer el pecado nunca probado,
el soñado,
como si fuese virgen de nuevo...
muerta
lánguida
abierta
a todo y a nada...
pidiendo, rogando, preguntando, esperando.
Una mancha con forma,
la dulce forma de que todo ha vuelto al principio de
todo.
Aunque más de un poeta ya ha "dibujado una boca" en sus versos, esta vez me he tomado la libertad de hacerlo, porque sucedió mientras, literalmente, dibujaba una boca.
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4 comentarios:
Te leo, hace mucho que no lo hacía y qué gusto. Un abrazo grande y apretado desde Tonalá, Jalisco.
Gerardo Pacheco.
Qué agradable verte por estos lares :)
Jamás pensé tuvieses pista de este lugar... y luego de acordarme de ti en días recientes, escribes.
Ojalá te pueda volver a saber!
Gracias, desde la Caracas de siempre.
Me gusta especialmente este poema. Muy bueno. Felicidades :)
Gracias... es siempre un placer escribirlos... aún más cuando a alguien más le tocan algo de sentimiento, algo de sonrisa :)
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